El modelo de colonia que se convirtió en EEUU se conoce como ‘settler colonialism’ (colonialismo de asentamientos).
Fue adoptado también en Sudáfrica, Australia, Argelia, Irlanda del Norte, Taiwán, entre otros países. Se trataba de reclamar territorios exclusivamente para los colonos, territorios que típicamente se describían como ‘vacíos’. No se trataba de gobernar o poner a trabajar a los nativos sino de expulsarlos hacia una frontera que se expandía constantemente.
Una gran paradoja de estos proyectos es que son a la vez intensamente democráticos y genocidas, como ha notado el sociólogo inglés Michael Mann. (Esto en contraste con otros proyectos como el español o portugués.)
Aziz Rana describe las características de las colonias en cuestión así:
“greater equality within the settler colony than in the imperial metropole or home country; a cultural sense of being “chosen” as an ethnic or religious community for a historical mission; a greater emphasis on militarism due to perceived threats from indigenous and foreign populations; and, finally, a wariness of metropolitan social and political customs, which are depicted at times as corrupt or decadent”. The Two Faces of American Freedom, p. 11
EEUU requiere también de inmigración para este proyecto, pero quienes entran son típicamente tratados como inferiores (no son parte de los settlers originales), entre ellos mexicanos, chinos, afrodescendientes, etc.
¿Cómo justificaron este proyecto?
Ya desde la conquista de Irlanda (1565 - ) se argumentaba que por ser paganos y ‘salvajes’ no podían tener un título legítimo sobre la tierra. (Raleigh, Gilbert, Lane y otros caballeros cercanos a la corona estaban involucrados en ambos proyectos de conquista, en Irlanda y Norteamérica.). Juristas como Ginés de Sepúlveda consideraban a los ‘salvajes’ (paganos) ‘esclavos por naturaleza’ que debían ser civilizados. En Irlanda del Norte, la región de Ulster, terminan estableciendo reservations como en EEUU (p. 30).
La cédula que autoriza el asentamiento en Virginia (Royal Charter de 1607) establece como objetivos: “propagating [the] Christian Religion to such People, as yet live in Darkness and miserable Ignorance of the true Knowledge and Worship of God, and . . . in time bring the Infidels and Savages, living in those parts, to human Civility, and to a settled and quiet Government.” (p. 31)
El autor de la cédula parece haber sido el jurista Sir Edward Coke. Coke considera que las colonias americanas son dominios conquistados habitados por infieles (ya que el intento de conversión al cristianismo falló). Con los infieles hay un estado de guerra perpetuo y pueden ser tratados como ‘diablos’
“All infidels are in law perpetui inimici, perpetual enemies (for the law presumes not that they will be converted, that being remota potentia, a remote possibility), for between them, as with devils, whose subjects they be, and the Christian, there is perpetual hostility, and can be no peace.”
Otro elemento importante de la justificación de la conquista es la doctrina de John Locke según la cual
“Every man has a property in his own person: this no body has any
right to but himself. The labour of his body, and the work of his
hands, we may say, are properly his. Whatsoever then he removes
out of the state that nature hath provided, and left it in, he hath
mixed his labour with, and joined to it something that is his own,
and thereby makes it his property.” Second Treatise of Government