Gracias a Rebeca Miranda por su inspirada redacción de lo que sigue:
Alucinante. Sorprendente. Con frecuencia, el significado de las palabras cambia significativamente al momento de interpretarlas en otro idioma. Particularmente, palabras como el adjetivo en inglés ‘mind-blowing’ no parecen resonar con sus contrapartes en español: ‘alucinante’ o ‘impresionante’. Y es que, el anglicismo alude a experiencias o conceptos difíciles de entender o siquiera de imaginar. Más que un estado de asombro, el concepto se interpreta como algo que causa un golpe a nuestra realidad—un ‘reality-check’—y una ruptura con el mundo que no logramos asimilar: ‘world-shattering’.
No es de sorprender entonces que al hablar de la crisis climática el concepto de ‘mindblowing’ venga a nuestra mente. Por sus consecuencias y el impacto en la vida de millones de personas, es difícil imaginar el verdadero alcance de dicha crisis. Sin embargo, podemos acercarnos a entender su verdadera magnitud respondiendo preguntas como las siguientes:
Sugerimos que escribas tu respuesta en algún lado antes de ver las respuestas que vienen más abajo.
¿Qué pasa cuando emitimos moléculas de CO2? ¿Cuánto tiempo se quedan en la atmósfera? ¿Cuánto durarán los efectos en la atmósfera de nuestras emisiones?
¿Qué porcentaje de la tierra está ocupado por ganado? Si el territorio que ocupa el ganado en el mundo se comparara con el territorio de países enteros, ¿qué países ocuparían?
¿Cuántos kilos de tierra (y/o roca) se necesitan explotar para producir un anillo de oro?
¿Cuánta energía derivada del petróleo se requiere, en promedio, para producir una unidad (equivalente) de energía alimentaria?
¿Cuántas muertes por año se pueden rastrear (o atribuir) a factores ambientales en el aire, agua y tierra?
¿Cuánto calor absorben los océanos cada segundo medido en bombas nucleares (tamaño Hiroshima)?
¿Cuántas personas mueren cada año por respirar los productos químicos que resultan de quemar combustibles fósiles?
En un intento de responder a estas complejas cuestiones, ofrecemos los siguientes datos basados en las fuentes más confiables que encontramos:
Los efectos en la atmósfera de nuestras emisiones durarán “decenas de miles sino es que cientos de miles de años”. Esto según David Archer, profesor del Departamento de Ciencias Geofísicas de la Universidad de Chicago.1
Dado que la mayoría de las emisiones que se encuentran en la atmósfera datan de los últimos 30 años (aproximadamente), nuestra generación es la principal causante del cambio climático antropogénico, y lo que hagamos afectará el clima en la Tierra “por los próximos 100,000 años”.2
La buena noticia es que “los gases de efecto invernadero [comenzarán] a disminuir en la atmósfera tan pronto alcancemos emisiones cero netas… por lo que todavía es posible detener el calentamiento a 1,5°C”.3
“Las necesidades de tierra para la producción de carne y lácteos equivalen a un área del tamaño de América del Norte y del Sur juntas”.4
Para producir un anillo de oro se necesitan explotar aproximadamente entre 4 y 20 toneladas de tierra.
“Mientras que antes se necesitaban unas 0,3 toneladas de mineral, extraído mediante métodos mineros más tradicionales, para obtener oro suficiente para un anillo de boda típico, hoy en día se necesitan entre 4 y 20 toneladas de roca.”5
Antes, en 1940, por cada unidad de energía fósil usada en la agricultura, se producían 2.3 unidades de energía alimentaria; sin embargo, para 1974, esta relación se había reducido a 1:1, evidenciando la creciente dependencia de petróleo en la agricultura.
“Hace un par de generaciones gastábamos mucha menos energía en perforar, bombear y distribuir que ahora. En la década de 1940 recuperábamos unos 100 barriles de petróleo por cada barril que gastábamos en obtenerlo. Hoy cada barril invertido en el proceso nos devuelve sólo diez”.6
“En 2012, una cuarta parte de las muertes humanas se debieron a factores medioambientales en el aire, el agua y el suelo”.7 Podríamos evitar un número inmenso de muertes si tomaramos en serio la crisis climática.
De acuerdo con el estudio de 2019 de la revista Advances in Atmmospheric Sciences, se señala que la cantidad de energía acumulada en los océanos equivalía a detonar cinco bombas atómicas de Hiroshima por segundo, cada segundo durante los últimos 25 años.8
Aproximadamente 9 millones de personas (una de cada 5 muertes en el planeta) mueren cada año por respirar los productos químicos que resultan de quemar combustibles fósiles.
“Una de cada seis muertes en el mundo está relacionada con enfermedades causadas por la contaminación, una cifra que triplica la suma de las muertes por sida, malaria y tuberculosis y multiplica por 15 las muertes ocasionadas por las guerras, los asesinatos y otras formas de violencia.”9
Si bien es cierto que al estudiar las consecuencias y ramificaciones del cambio climático surgen estadísticas que evocan nuestro asombro, cada dato lleva consigo un llamado a la acción. En este sentido, todas estas respuestas nos obligan a vincularnos con una realidad que a simple vista parece ajena. En última instancia, lo que está en juego en la crisis climática—incluida la contaminación tóxica de nuestros cuerpos y los ecosistemas—es la vida y la muerte, tanto de nuestros seres queridos (que enferman de cáncer y otros padecimientos en números alarmantes) como de miles de millones de seres vivos.
Reconocer esta realidad no es motivo para sumirnos en pensamientos lúgubres; al contrario, es celebrar la vida que cuidamos cada vez que actuamos de forma consecuente, recordando que:
cada galaxia, estrella o persona es un propietario temporal de partículas que han pasado por los nacimientos y muertes de entidades a lo largo de vastos alcances de tiempo y espacio.10
“Generally accepted modern understanding of the global carbon cycle indicates that climate effects of CO2 releases to the atmosphere will persist for tens, if not hundreds, of thousands of years into the future.” David Archer et al., “Atmospheric Lifetime of Fossil Fuel Carbon Dioxide”, Annual Review of Earth and Planetary Sciences 37, núm. 1 (2009), p.131.
Archer, David. The Long Thaw: How Humans Are Changing the next 100,000 Years of Earth’s Climate. Princeton: Princeton University Press, 2016.
Thunberg, Greta. The Climate Book The Facts and the Solutions. New York: Penguin Publishing Group, 2023, p. 79.
Ibid., p. 434. “Half of the world’s habitable land is used for agriculture, with most of this used to raise livestock for dairy and meat.” https://ourworldindata.org/land-use-diets
Conway, Ed. Material World: A Substantial Story of Our Past and Future. Ebury Publishing, 2023.
Anderson, B. (2004, mayo 22). “The Oil We Eat” Following the Food Chain back to Iraq. Resilience. https://www.resilience.org/stories/2004-05-23/oil-we-eat-following-food-chain-back-iraq/
Marya, R., & Patel, R. (2022). Inflamed: Deep medicine and the anatomy of injustice (First paperback edition). Picador.
Abraham, J. (2022, enero 11). We study ocean temperatures. The Earth just broke a heat increase record. The Guardian. https://www.theguardian.com/commentisfree/2022/jan/11/ocean-temperatures-earth-heat-increase-record
La contaminación mata nueve millones de personas al año, el doble que el COVID-19 | Noticias ONU. (2022, febrero 16). https://news.un.org/es/story/2022/02/1504162
Neil Shubin, The Universe Within: The Deep History of the Human Body (Vintage, 2013), p. 33.